Los cetáceos, estos mamíferos marinos, mantienen diferencias grandes en relación con su estructura social. Por una parte, el grupo de los odontocetos se caracteriza por una gran sociabilidad, con excepción de algunas especies como el delfín rosado del Amazonas, que prefieren vivir sin compañía durante mucho tiempo. Por el lado contrario, las ballenas barbadas son más solitarias.
La vida con las ballenas barbadas
Las actividades diarias de los misticetos son poco conocidas, más inferidas que observadas. Son animales grandes y es difícil acceder a sus dominios aunque se les ha visto con más asiduidad durante el día.
Las ballenas barbadas son menos enérgicas que los odontocetos. Viajan de forma individual o en grupos realmente pequeños, compuestos por 2 o 3 individuos. En algunas ocasiones, se reúnen para compartir la hora de los alimentos.
Las ballenas barbadas son menos sociables que las ballenas dentadas. Su vida social es relativamente simple pues se reúnen en grupos de apenas 2 o 3 y algunas veces de más sólo para alimentarse. Un grupo de ballenas se denomina “manada”.
Muchas descripciones sobre la estructura social de los misticetos se refieren a ésta como poco fuerte; los vínculos sociales son relativamente débiles y de extensión corta, es decir, temporales. Por supuesto, esto tiene una excepción: la relación entre las madres y sus crías es muy fuerte y puede durar un tiempo muy largo que sobrepasa la edad en que ya la cría es capaz de alimentarse y sobrevivir por sus propios medios.
No obstante, existen casos diferentes dependiendo de la especie de la que se trate. Algunas veces los machos colaboran en la crianza de su descendencia y si una madre muere, otra hembra o hembras ayudan al pequeño a sobrevivir en el entorno. Además, se han encontrado grupos estables de alimentación de ballenas jorobadas, lo que da pie a una inferencia sobre una estructura social más compleja de lo que se cree.
Los seres humanos se han dado cuenta que las ballenas barbadas son menos adaptables a cualquier ambiente que odontocetos como los delfines, y no tienen la fácil habilidad de aprender trucos como dichos cetáceos. Esto no significa que la inteligencia de los odontocetos sea mejor, sólo es diferente, adaptada a su cuerpo y fisiología.
Los sociables odontocetos
En términos generales, las ballenas dentadas están organizadas en una compleja estructura social cuyos miembros mantienen vínculos muy fuertes. En algunos casos, los grupos familiares son matriarcados (como en el caso del cachalote) y la cooperación es básica para sobrevivir.
Los calderones o ballenas piloto (género Globicephala) son especies que forman lazos estrechos, y muchos investigadores creen que es la razón por la que se producen numerosos varamientos.
La mayoría de las ballenas emite sonidos o vocalizaciones que tienen diversos propósitos, y uno es la comunicación. Los misticetos pueden gemir y silbar a partir de las vibraciones de la laringe, pero quienes se llevan la fama son los machos, pues emiten una serie de sonidos de bajo tono y larga duración (unos 40 minutos como máximo) llamados “cantos”. Estos cantos pueden llegar a ser tan intensos que resultarían dolorosos para un oído humano. De cualquier forma, se cree que tienen la función de atraer a una hembra, pero esto no está completamente comprobado.
Los odontocetos no se quedan atrás. Producen una gran variedad de sonidos para interactuar socialmente o para informar un estado de ánimo: chirridos, gemidos, una especie de gritos, etcétera.