Larga vida a las ballenas
La vida de las ballenas ha sido larga en la Tierra, pero seguramente no es como te imaginas. Aunque no lo creas, estos cetáceos evolucionarios de animales terrestres, específicamente, de ungulados del orden Artiodactyla. Estos mamíferos eran como cualquier otro animal terrestre, pero una serie de factores contribuyó a su paulatina adaptabilidad al entorno acuático hasta convertirse en los cetáceos que hoy conocemos, ballenas barbadas y ballenas dentadas.
Ballenas prehistóricas
Hace unos 60-55 millones de años, la Tierra disfrutaba de un período de clima caliente. Ya los dinosaurios se habían extinguido y los mamíferos poblaban un mundo cada vez más parecido al actual. Muchos artiodáctilos, mamíferos con pezuñas, pasaban mucho tiempo cerca del agua, ya que ahí encontraban abundante alimento.
Existen dos teorías acerca de la evolución de las ballenas. Una de ellas explica que sus antepasados más remotos estaban relacionados con los mesoníquidos, mamíferos carnívoros ungulados parecidos a los lobos y emparentados con los artiodáctilos. Sin embargo, la teoría más aceptada es aquella que presume una evolución a partir de ciertos miembros del orden Artiodactyla, con dedos fusionados.
El grupo taxonómico de artiodáctilos más estrechamente relacionado con los cetáceos es el de la familia Raoellidae, cuyos miembros vivieron durante la época del Eoceno temprano y medio en India, China, Mongolia y Pakistán. Eran probablemente omnívoros que se alimentaban en zonas bajas del agua. De esta familia destaca el género Indohyus, el grupo prehistórico más cercano a los actuales cetáceos. Aunque eran herbívoros y poseían patas, las dos especies del género tenían adaptaciones a la vida acuática como baja densidad de los huesos para reducir la flotabilidad.
Indohyus es considerado por muchos el eslabón entre los mamíferos terrestres y los cetáceos, aunque son los arqueocetos los parientes más conocidos de estos últimos y son frecuentemente considerados otro eslabón entre los animales terrestres y los que se adaptaron completamente a la vida marina. Cada vez más dependientes al agua, los arqueocetos todavía caminaban sobre la tierra y poseían nariz pero con el tiempo, ésta se trasladó a la parte superior de la cabeza, lo que les permitió respirar sin salir completamente a la superficie.
Hacia las ballenas modernas
Los arqueocetos vivieron durante el Eoceno-Oligoceno, y a través de varios millones de años, continuaron experimentando adaptaciones.
La familia de los pakicétidos apareció hace unos 50 millones de años durante el Eoceno inferior y el Eoceno medio en lo que hoy corresponde a Pakistán. Tenían pezuñas y dientes triangulares, más parecidos a un perro pequeño que a una ballena, pero sus cráneos eran similares a los de los cetáceos actuales.
Ambulocetus estaba mejor adaptado a la vida acuática. Tenía patas más cortas que Pakicetus e Indohyus, pero sus los extremos estaban ampliados a modo de remo. Sus fosas nasales estaban más lejanas al hocico y su pelvis era mucho más pequeña.
A finales del Eoceno, otros arqueocetos ya habían poblado el mundo. Por ejemplo, Kutchicetus minimus existió hace unos 43-46 millones de años en mares tropicales. Su larga cola le ayudaba a propulsarse en el agua y sus patas eran aún más pequeñas.
Hace unos 38-45 millones de años, los miembros de la familia Basilosauridae prosperaron en el mar, pues ya eran completamente acuáticos Dorudon, un miembro de esta familia, vivió hace 40.4-33.9 millones de años, durante el Eoceno tardío. Sus fosas nasales estaban entre el hocico y la pelvis separada de la columna vertebral. Zygorhiza tenía un cuerpo que ya mostraba similaritud con el de las ballenas. Su columna vertebral estaba adaptada para el nado oscilatorio, poseía aleta caudal y aletas pectorales en donde sus ancestros tenían patas delanteras.
Ballenas modernas
A finales del Oligoceno, convergieron los dos subórdenes de cetáceos modernos y se separaron de un ancestro en común hace unos 35 millones de años o en algún momento del Eoceno tardío. Las ballenas modernas tienen su origen en el Mioceno tardío pero los primeros misticetos que se alimentaron mediante la filtración proceden del Eoceno tardío, hace unos 34 millones de años. Del Mioceno tardío proceden las familias de misticetos barbados Balaenopteridae y Balaenidae así como la familia de odontocetos Delphinidae.
Aetiocetus fue un género de primitivas ballenas barbadas que vivieron durante el Oligoceno tardío. Su cráneo y sus mandíbulas tenían parecido con las de los misticetos actuales. Tenía barbas pero también un conjunto de dientes.
La curiosa evolución de las ballenas es digna de contarse, ¿quién diría que los mamíferos con pezuñas tienen cierto parentesco con los cetáceos?